Operación #StopGenderAttack

El otro día cuando volvía a casa en  bici, crucé un paso de cebra. El semáforo estaba verde para mí y rojo para los coches. Al cruzar, dos chicos sacaron sus manos por la ventana y aplaudieron.  Me detuve y no les quité la vista de encima hasta que el semáforo cambió de color y pudieron arrancar. En aquellos momentos sentí rabia y furia.

¿Qué se piensan? ¿Me estaban dando ánimos o simplemente querían sentirse superiores por unos segundos? ¿Por qué aplaudieron? Evidentemente lo hicieron porque soy mujer y evidentemente les hubiera dado una patada en todos los huevos para que se les bajaran esa estupidez. Y así es cómo nos sentimos muchos de nosotros cuando nos atacan por ser quienes somos o quienes ellos se piensan que somos. Las frases ”Mujer, tenías que ser”, “Las mujeres no saben conducir”, se escuchan continuamente en boca de hombres tal vez inseguros que necesitan demostrar su autoridad para sentir de nuevo el macho ibérico que habita en él. Parece mentira que en pleno siglo XXI aún se ataque a mujeres que conducen (Bertha Benz, la primera mujer conductora  puso sus manos al volante en 1888). No estoy hablando de todos los hombres. Estoy hablando de quienes atacan a las mujeres para sentirse superiores. También pasa al revés, hombres que sienten que están en una posición de debilidad por ser  hombres (presión por ser el más fuerte, si lloran es que son unos maricas….).

Ojalá fuéramos capaces de borrar de nuestra mente los estereotipos que venimos arrastrando desde hace siglos. Un claro ejemplo de estas ideas preconcebidas y equivocadas lo muestra el vídeo “Like a girl”, en el  que se le pide a una niña que corra y paralelamente se pide a adultos y a niños que corran cómo si fueran una niña. La diferencia es brutal. La niña corre con fuerza y pisando fuerte y sin embargo los adultos y los niños de ambos sexos corren como si fuesen una muñeca a punto de romperse.  La idea de que las niñas somos el sexo débil nos seguirá toda la vida, es como un pez que se muerde la cola, no se nos permitirá hacer determinadas cosas porque somos débiles y se nos permitirá hacer otras cosas que están prohibidas totalmente a los hombres porque ellos son los fuertes y así deben demostrarlo.

Esto sólo es un ejemplo. Seguro que, hombres y mujeres,  habéis pasado por situaciones diferentes en los que os habéis sentido atacados por vuestro género o identidad. Como siempre, podéis compartirlo respondiendo  a este post, en la cuenta facebook o en twitter.

¡Sigamos entre todos la operación #stopgenderattack!